Publicado en Revista Que Pasa Minería, 2012

Definitivamente, las mineras tuvieron que echar por la borda sus planes de catapultar la producción este año, ya que la baja en la ley del mineral se ha transformado en un dolor de cabeza para el sector, el cual enfrentó un alza de hasta un 24% en sus costos de producción durante el 2011. La única posibilidad de vender mineral a precios competitivos es reduciendo los costos, aseveran expertos de la industria y ello es posible gracias a la automatización, que incrementa la producción en forma rauda y efectiva.

“Hace 10 años explotábamos en Chile yacimientos con leyes que promediaban entre 0,9% y 1%, en cambio hoy lo hacemos con leyes que van desde 0,35% hasta 0,6%, a lo que hay que sumar la dificultad adicional de que las operaciones mineras son más profundas que antes”, advierte Ricardo Venegas, Director Ejecutivo del Centro de Modelamiento y Simulación de Operaciones en Minería de la Universidad Técnica Federico Santa María (UTFSM).

Siendo ésta la escena minera que hoy deben enfrentar los actores locales, Fernando Romero, Gerente Control de Procesos de Anglo American Chile, reflexiona y explica que “el mineral que se extrae de la faena es la principal entrada a los procesos minero-metalúrgicos, y éste a su vez es la principal perturbación, ya que algunas de sus características que impactan en el rendimiento de los procesos no se pueden medir en línea para contrarrestar sus efectos”.

Por lo tanto, agrega, el control del proceso minero-metalúrgico consiste justamente en incrementar hasta donde sea posible la cantidad de mineral procesado en el tiempo, maximizando la recuperación del metal, con el menor consumo posible de energía, agua y otros insumos. “Y es aquí donde entra en juego la automatización”, enfatiza Romero.

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