Publicado en Revista Indualimentos, 2013

En Chile son muchos los desechos vegetales e industriales que van directo a la basura, en circunstancias que el mundo científico ha concluido que a partir de estos residuos se pueden rescatar componentes bioactivos que son muy valiosos para la salud de las personas.  Por este motivo la industria local ha puesto en marcha una serie de proyectos biotecnológicos para revalorizar los desechos y transformarlos en alimentos funcionales que aportan antioxidantes, fibra dietética y ácidos grasos esenciales, todos los cuales potencian el sistema inmunológico previniendo ciertas enfermedades. 

El mundo científico ha demostrado que los desechos vegetales e industriales poseen importantes propiedades bioactivas, casi tan efectivas como el alimento en su estado natural. Lo curioso es que la industria agrícola de Chile produce cerca de 50 mil toneladas anuales de residuos vegetales y todo ese valioso material se bota. No obstante, esta situación estaría comenzando a cambiar, ya que varios investigadores y emprendedores locales han iniciado una serie de proyectos de biotecnología para rescatar estos desechos y transformarlos en alimentos funcionales.

Cabe indicar que los alimentos funcionales son aquellos que en virtud de la presencia de compuestos fisiológicamente activos, “entregan beneficios a la salud que van más allá de la nutrición básica como tal”, según la definición de la Academy of Nutrition and Dietetics (AND) de Estados Unidos.

Una de las entidades que ha tomado la iniciativa en este tipo de emprendimientos, es el CREAS (Centro Regional de Estudios de Alimentos y Salud), dependiente de la Universidad Católica de Valparaíso, que en conjunto con la empresa Bayas del Sur, revalorizó descartes y restos de la producción de jugo, obteniendo un producto único y saludable.

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