El futuro del vino chileno se avinagra

vino chileno se avinagra 2Publicado en Universia Knowledge@Wharton, 2208

El futuro de los vinos chilenos se avinagra poco a poco, aseguran los expertos. A fines de la década de los ´70 y comienzos de los ´80 los turistas que visitaban Chile quedaban sorprendidos con el sabor y el aroma del vino nacional, y no era raro verlos en el aeropuerto llevándose varias botellas de vuelta. Justo en ese período, explica Alvaro Peña, académico de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile, se comenzó a gestar un importante cambio en la mentalidad de las viñas locales. “Éstas, rápidamente adoptaron tecnología de punta e invirtieron en maquinaria para optimizar el procedimiento vitivinícola en el campo, incorporaron cubas de acero inoxidable y barricas de roble francés”. No obstante, hoy el escenario es muy distinto.

En este sentido, la Viña Miguel Torres fue pionera en introducir tecnología en sus prácticas productivas, apunta Fernando Herrera, Country Manager de Gori Chile -operador logístico especializado en la cadena del vino-, detallando que al utilizar cubas de acero inoxidable, se obtiene un vino mucho más liviano, floral y frutoso. En síntesis, un producto innovador y de mejorada calidad, que arrastraría el desarrollo de nuevas variedades.

El año 1997 marcó el punto álgido de la primera fase exportadora y Chile anotó cifras relevantes: 129 millones de litros enviados al exterior, lo que equivalió a US$446 millones, según cifras de Focuswine -compañía local de servicios especializada en el sector-. Al cierre de 2007, el volumen despachado totalizaría los 592 millones de litros (aproximadamente US$1.000 millones), lo que significa que en una década la industria chilena creció un 112%. Actualmente, ésta exporta el 62% de su producción a 90 diferentes países.

Sin embargo, los expertos apuntan a que el mayor mérito de la competencia, específicamente el vino argentino, es haberse consolidado rápidamente en un nivel de precios más elevado en relación al producto chileno. Ello porque durante largo tiempo, la estrategia del vino local en el exterior descansó en una buena relación precio-calidad (good value for money), jugada que ya no reporta buenos resultados.

*Si quieres leer el artículo completo, contáctame. Reserva del contenido según derechos del autor.