Publicado en Revista América Economía, 2015
¿Alguna vez pensó que los peces bien pueden ser cultivados en una termoeléctrica?, “una locura”, es lo primero que se nos viene a la mente. Pero hoy esto es una realidad en la planta de E-CL Mejillones (empresa del Grupo International Power GDF Suez y emplazada en el norte de Chile), donde el agua de mar usada para enfriar la caldera hoy está siendo utilizada para cultivar cobias, un pez tropical escaso y de elevado valor comercial.
La idea fue del chileno y empresario Daniel Nieto Díaz-Muñoz, quien con sus 25 años de experiencia en la industria del salmón, se lanzó a la búsqueda de una especie que contara con una alta tasa de crecimiento y un mercado emergente. “Así llegué a la cobia que se cultiva principalmente en jaulas marinas de Centroamérica, China y Vietnam, y cuya producción anual es de sólo 40 mil toneladas”, comenta el emprendedor. Su precio ronda los US$30/kg, agrega, y su carne blanca, consistente y de delicioso sabor la convierte en un producto gourmet ideal para ceviches, parrillas, sashimis y sushis.
Faltaba ahora el lugar para cultivar la cobia y fue durante un viaje al Norte que Nieto entró en contacto con E-CL Mejillones. “Al conocer mi proyecto y sus proyecciones la empresa mostró gran interés en participar”, asevera Nieto, “dado que calzaba con su iniciativa de ecosistema industrial para valorar los subproductos y residuos de su proceso productivo”.
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