Publicado en Revista Indualimentos, 2013
“La falta de agua nos hizo crecer”, recalca el profesor Eilon M. Adar, Director del Instituto de Investigación del Agua de la Universidad Ben-Gurión del Néguev. Israel se ha transformado en un paradigma mundial en la recuperación de aguas para el riego de cultivos. En medio del desierto y marcado por escasos recursos hídricos, el país logró llevar a la práctica una serie de estrategias y técnicas que hoy lo dejan en una posición privilegiada en el desarrollo de la agricultura, la actividad industrial y el ámbito residencial. Para el 2015 Israel contará con nada menos que 505 billones de litros cúbicos de agua.
¿Qué motivó a Israel a implementar este modelo para recuperar agua?
La motivación para reutilizar el agua de diferentes maneras empezó antes que Israel se estableciera política y económicamente como Estado, estoy hablando de hace 65 años atrás. Por muchos años nuestro motor fue que la falta de agua no iba a ser un impedimento para que el país creciera. Así, decidimos explotar la tierra con el escaso recurso hídrico que teníamos a disposición, al tiempo que comenzamos a estudiar mucho nuestra particular situación de clima y suelo, marcada por una estación extremadamente seca entre abril y octubre y otra lluviosa (noviembre-marzo). Concluimos que había importantes oportunidades que implicaban bastante diseño de ingeniería, innovación y aplicación de tecnología de punta. Llevamos todo esto a la práctica y lo demás ya es historia.
Es importante destacar que nunca tuvimos suficiente agua y ello nos obligó a explorar todas y cada una de las posibilidades que encontramos en el camino para aumentar la disponibilidad del recurso hídrico. De esta forma, en una primera etapa la estrategia fue ahorrar agua para producir más con menos, lo cual se tradujo en una serie de prácticas para hacer un uso eficiente del agua y maximizar su ahorro. Sin embargo, a la larga estas prácticas fueron insuficientes, por lo que empezamos a tratar de reutilizar el recurso a partir de aguas negras o grises, y con el fin de reutilizarlo en la actividad agraria. En otras palabras, empezamos a hacer gestión del agua.
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