Omega 3, crucial en la Tercera Edad

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Por Marina Parisi, publicado el 2017

Muchos saben que el Omega 3 es importante para la salud, dado que brinda varios beneficios como regular los niveles de colesterol en la sangre. No obstante, muy pocos saben que este ácido graso es verdaderamente crucial para la tercera edad, ya que los adultos mayores están más expuestos a sufrir deterioros en su función cognitiva, desde simple pérdida de la memoria hasta Alzheimer o demencia. Tales fenómenos pueden ser contrarrestados eficazmente por el esencial nutriente. “La tercera edad necesita Omega 3, particularmente DHA (Acido Docosahexaenoico) y se está buscando la forma de aportarlo, porque adquirirlo a partir de la ingesta alimentaria (salmón, sardinas, espinacas, semillas) es insuficiente. Nosotros hemos desarrollado una forma de aportarlo”, asevera Alfonso Valenzuela, Bioquímico y Jefe del Laboratorio de Lípidos y Antioxidantes del INTA.

“Los ácidos grasos Omega 3 protegen la salud cardiovascular, el sistema nervioso, y el visual, gracias a sus funciones antiinflamatorias, antiarrítmicas, inmunoprotectoras, citoprotectoras, neuroprotectoras y antiapoptóticas”, enfatiza el experto, agregando que los ácidos grasos Omega 3 más importantes son el Acido Alfa Linolénico (ALN), el Acido Eicosapentaenoico (EPA) y el Acido Docosahexaenoico (DHA).

El DHA es el principal componente de los fosfolípidos cerebrales y ayuda a regular la captación de glucosa por el cerebro, el transporte de iones, la transmisión del impulso nervioso, la liberación y captación de neurotransmisores, y el secuestro de radicales libres, previniendo de este modo el estrés oxidativo. De hecho, estudios epidemiológicos realizados en la última década han demostrado que las personas con mayor ingesta de Omega 3 (DHA y EPA) tienen menor riesgo de sufrir demencia. Las personas que consumen 400 mg de Omega 3 al día tienen un menor deterioro cognitivo comparado con los que ingieren 20 mg/día. Incluso, se ha comprobado que un mayor consumo de este ácido graso esencial puede reducir los procesos inflamatorios causantes de los cambios neurodegenerativos que se dan en el Alzheimer.

Por tales motivos, el INTA, junto con la Universidad de Concepción y la Fundación Fraunhofer, con financiamiento del Fondef, desarrollaron un proyecto para suplementar con Omega 3 la alimentación de personas de la tercera edad y de escasos recursos, adscritos al Programa Nacional de Alimentación Complementaria (PNAC) del gobierno.

“En Concepción se están cultivando microalgas a partir de las cuales se extrae el Omega 3. Luego, la Fundación Fraunhofer los microencapsula y posteriormente nosotros (INTA) adicionamos estas cápsulas microscópicas a dos productos alimenticios: la fórmula láctea y la sopa Años Dorados”, precisa Valenzuela. “Estos productos los hemos sometido a test de evaluación, los cuales han arrojado muy buenos resultados, con buena aceptabilidad y estabilidad del producto”.

De igual forma, el especialista del INTA explica que “este grupo en particular no cuenta con recursos para comprar las tradicionales cápsulas de aceite Omega 3 en farmacias. Además, no todos tragan estas cápsulas con facilidad y a algunos les molesta el sabor a pescado de las cápsulas”. La posibilidad de replicar esta valiosa iniciativa en otros alimentos de consumo masivo está muy presente, afirma Valenzuela, “pero hoy la principal barrera es que la tecnología de microencapsulado aún sigue siendo muy costosa”.

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